Los científicos de la Universidad Técnica de Delft han desarrollado una técnica que utiliza las posiciones de los átomos de cloro como bits de datos, por ejemplo se logra almacenar 1 KB de información en un área de sólo 100 nanómetros de ancho, esto puede no parecer mucho, pero equivale a una enorme 62.5 TB por pulgada cuadrada - cerca de 500 veces más densa que las mejores unidades de disco duro. Los científicos codifican los datos mediante el uso de un microscopio de efecto túnel para ubicar los átomos de cloro en una superficie de átomos de cobre.

Por el momento, este almacenamiento sólo funciona en condiciones extremadamente limpias, y sólo en condiciones de frío extremo (77 kelvin, o -321F). Sin embargo, el enfoque puede escalar fácilmente a los tamaños grandes de datos, incluso si el cobre es defectuoso. Los investigadores sospechan que es sólo una cuestión de tiempo que funciona su almacenamiento en condiciones normales.

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