Hay muchos lugares donde se venden éstos productos, que en varias ocasiones no prestan las garantías sanitarias necesarias, ni para la venta, ni para la elaboración de los tradicionales refrescos helados que se expenden, para tratar de sofocar el incesante calor reinante en nuestra región.
En la manipulación del hielo, el agua, y los jarabes, los vendedores ambulantes no utilizan guantes o vestimenta adecuada, que permitan evitar el contagio de enfermedades gastrointestinales, por la presencia de algunas bacterias
Es por ello, que en esta temporada, crece el número de enfermedades estomacales, precisamente por el consumo excesivo de bebidas heladas que expenden los vendedores ambulantes.
Por lo que se hace necesario, tomar todas las precauciones y evitar la compra y consumo de éstos productos caseros, en los lugares donde no existan las mínimas condiciones de higiene.