50.000 de ellos son el ancho de una hebra de cabello humano

Los científicos han desarrollado pequeñas nanomáquinas activadas por luz que pueden perforar las células cancerosas y matarlas en cuestión de minutos.

El año pasado, el Premio Nobel de Química fue otorgado a tres científicos que descubrieron cómo construir estas nanomáquinas de una cadena de átomos. Para un estudio publicado en la revista Nature, los científicos construyeron varias de estas nanomáquinas. Cuando se activaban con luz, las nanomáquinas dirigían células específicas y rompían la membrana, matándose rápidamente.

Las máquinas son tan pequeñas que 50.000 de ellos juntos es todavía sobre el ancho de una sola hebra de cabello humano. Cada máquina se diseña para ser sensible a una proteína situada en un tipo específico de célula, que los ayudó a encontrar su blanco. Una vez que añades luz, giran hasta 3 millones de veces por segundo, y este giro proporciona la potencia necesaria para entrar en una célula. Sin luz, las nanomáquinas todavía pueden encontrar la molécula, pero sólo permanecen en la superficie.

Cuando los científicos dejaron estas nanomáquinas sueltas en un plato lleno de células de riñón humano, las nanomáquinas hicieron agujeros en las células y las mataron en cuestión de minutos. Lo mismo ocurrió cuando las nanomáquinas fueron desatadas en las células cancerosas de la próstata. Esta tecnología no es muy estrecha, ya que los próximos experimentos son todavía sólo en la escala de los microorganismos y los peces. Pero en el futuro, estas máquinas podrían utilizarse para administrar la medicina de forma muy precisa, o incluso para matar células cancerosas, abriendo camino a nuevas formas de tratamiento.