Fueron los cálculos de Katherine Johnson los que ayudaron a que la misión Apolo XI llegara a buen puerto
Johnson fue una niña curiosa y brillante nacida el 26 de agosto de 1918 en White Sulphur Springs (Virginia, EE.UU), que a los 10 años ya cursaba secundaria.
Entró en la Universidad estatal de West Virginia donde se graduó en Matemáticas y francés con los máximos honores en 1937 y aceptó un trabajo como maestra en una escuela pública para negros.
Y el año pasado la Nasa le dio su nombre a un nuevo centro de investigación computacional.Johnson, que mañana cumplirá un siglo, es defensora del trabajo duro, pero sobre todo de disfrutar de él.