Rieber dijo en un comunicado:
"La prueba demostró inequívocamente que el rover puede operar bajo su propio peso y demostró muchas de las funciones de navegación autónoma por primera vez. Este es un hito importante para Marte 2020".
El equipo terrestre del rover es optimista de que el rover funcionará bien en Marte si fue capaz de conducir y conducirse en nuestro planeta, que tiene una gravedad mucho más fuerte que el planeta rojo. Después de llegar a Marte en 2021, tendrá que conducir mucho más. Sus creadores le dieron cámaras mucho mejores (con una resolución más alta y un amplio campo de visión de navegación) que sus predecesores, una computadora adicional para obtener más potencia para procesar imágenes y hacer mapas, así como un software de navegación automática más sofisticado. Esos le darán a Marte 2020 el poder de conducir un promedio de 650 pies por día para buscar signos de vida y ayudar a arrojar luz sobre el clima y la geología del planeta.