El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) pide una revisión global a gran escala de la tecnología de modificación de la radiación solar, también llamada geoingeniería solar, para enfriar rápidamente el planeta en cuestión de años, aunque algunos temen que esto pueda crear una crisis ambiental aún peor.

El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) investiga los potenciales y peligros de la geoingeniería solar, una tecnología que busca enfriar nuestro planeta sobrecalentado reflejando la luz solar entrante hacia el espacio, o facilitando el escape del calor que proviene de la tierra. Un informe publicado por el PNUMA en febrero concluye que, a pesar de su gran potencial, la modificación de la radiación solar no es viable ni segura en este momento. Sin embargo, ante los crecientes llamados de los gobiernos para encontrar un freno de emergencia para el cambio climático, el PNUMA está pidiendo una revisión global a gran escala de la tecnología y un eventual marco multinacional sobre cómo debería ser gobernado.

La geoingeniería solar podría ser una solución a corto plazo para ganar tiempo y enfriar el planeta, ya que incluso si detuviéramos por completo las emisiones de CO2 en este momento, podría tomar al menos hasta el final del siglo para ver una caída en la temperatura. Pero, la geoingeniería solar también conlleva riesgos potenciales, como interferir con los sistemas climáticos